Agosto, mes del verano por excelencia, donde paramos para resetearnos y coger fuerzas para terminar el año. Ahora, en plena “faena vera-niega” tienes una oportunidad única para tomar perspectiva de cómo ha sido tu invierno y pensar cómo quieres enfocar, vivir los próximos meses. La cuestión es ¿sabes cómo?
Empieza por descansar, el simple hecho de cambiar de entorno o de horarios ya hace una diferencia, muchos estados de tristeza, mal humor y pesimismo se deben simplemente al agota-miento.
Entrégate a un sueño reparador y da reposo al cuerpo. Y a tu mente. Desconecta del mundo exterior para Conectar con tu interior. Pero, ¿cómo podemos hacerlo si hablamos más de lo que escuchamos, criticamos más de lo que construimos, si el móvil se ha convertido en una prolongación más de nuestro cuerpo sin la que nos sentimos ansiosos, estando permanente-mente conectados a la tecnología?
Pagamos con nuestro tiempo y atención el precio de la hiperconexión. ¿Quieres quedarte sin siesta viendo los posts de las vacaciones de otros? ¿Desatiendes a tu pareja mientras revisas los WhatsApp por contestar? Eso ya lo puedes hacer desde enero hasta junio…
Entonces, ¿para qué esa punzada que nos hace mirar el móvil de continuo?
Tres palabras: “sensación de control.” La tecnología nos da una falsa sensación de control, de no perdernos nada, y al ser humano no hay nada que le aporte más seguridad que tener el control. Nuestro cerebro está diseñado para ello: “si hay control, no hay peligro”.
Si quieres aprovechar tus vacaciones para conectar contigo y dejar la tecnología de lado, te propongo un reto: